¡Adventureando!

¡Buenos días familias!

¿Qué tal va la vida urbana? ¡Esperamos que genial! Por aquí, rodeados de pinos y naturaleza estamos cada vez mejor.

Ya estamos en el segundo día de campamento y se empieza a notar…los grupos se van consolidando y poco a poco vamos dejando a un lado la vergüenza y timidez de las primeras horas.

Como ya os comenté, algunos han empezado el día con muchas ganas incluso antes de la hora programada. Así que nada, con tanta energía no había otra cosa que hacer...¡empezamos a adventurear!

Pero para ello en primer lugar, y después de asearnos, tocaba desayunar…leche con cacao, cereales, galletas y magdalenas.

Con las pilas cargadas todos recoger la tienda, a estirar el saco, la ropa sucia por aquí, cada zapatilla con su pareja…y os preguntaréis ¿por qué tanto orden tan temprano? Pues la razón es que era la hora de…¡las revisiones! Pero no una revisión cualquiera ¡qué va!.

En nuestra campa, de repente, ha aparecido una pareja de lo más particular que intentaba encontrar casa en las tiendas de los pequeños; al mismo tiempo una pareja de médicos locos pasaba consulta por las tiendas de los medianos  y una pareja de hippies meditaba entre las tiendas de los mayores…hemos de confesar que…¡así da gusto recoger!.

Con todo en su sitio han empezado las actividades. 

El grupo de pequeños ha dedicado la mañana a realizar una gymkhana de sentidos…¡nos hemos sorprendido un montón de lo que nos cuesta reconocer ciertos sabores, olores, tactos, entre otros. Para irnos bien fresquitos a comer los peques disfrutaron una sesión de piscina, que fue fantástica.

 Mientas los medianos y mayores hicieron una súper gymkhana deportivo. Para ello se  dividieron por equipos y realizaron distintas pruebas para  poner a prueba sus facultades físicas y cooperativas.

Al terminar los medianos continuaron con el juego de las casas, donde se convirtieron en inquilinos, viviendas y cambiaban constantemente y para terminar la mañana, el reto de la pirámide, donde todos se retaron entre sí realizando pruebas físicas.

Los mayores después de la gymkhana deportiva, siguieron explicando las ligas y haciendo los equipos y los magníficos himnos y bailes, terminando la mañana con la preparación de los uniformes de los equipos, decorando las camisetas con distintas formas y tintes.

¡Buen, buen, provecho…me lo voy a comer todo! ¡Hora de comer! Unas maravillosas lentejas y una espectacular pizza de jamón y queso, y de postre melocotón.

Durante el tiempo libre los peques realizaron las llamadas a casa y…¡todo fue fenomenal! Ninguno tuvo mamitis ni papitis ocasional al oir vuestra voz al otro lado del teléfono…¡si es que son más mayores de lo que a veces nos creemos! Muchas gracias a vosotros por hacer que el momento de llamadas saliera tan bien y no dejaros llevar por las emociones…

Tras el tiempo libre vigilado, los peques dedicaron la tarde a hacer juegos predeportivos y juegos “sin fin”( ¡ya os enseñaremos a jugar!) donde corrieron, saltaron, cantaron y lo más importante se lo pasaron genial.

 Los medianos dedicaron la primera parte de la tarde a preparar las camisetas que utilizarán en las ligas.

Los mayores nos recrearon como los peques por la mañana con una cantidad de olores, sensaciones y sabores, a través de la gymkhana de los sentidos.

En medio de la tarde cada grupo saco un hueco para comerse una espectacular  napolitana de chocolate. Después de la merienda fueron los peques los que tintaron y decoraron sus camisetas con distintos colores. Los medianos aprovecharon para refrescarse en la piscina y  realizaron una competición por relevos y unos juegos de contacto como los ninja, los arrancacebollas y la baraja. Los mayores  se bajaron al maravilloso pantano y disfrutaron de un baño tranquilo.

Y tras el paso por las duchas…¡todos a cenar!  Crema de espárragos y filete ruso con bacon y queso, terminado con una gelatina de naranja, ¡qué fresquita!

Para terminar el día, cada grupo hizo su velada nocturna. El grupo de pequeños jugó a un original cluedo resolviendo el misterioso caso de la abuelita rica. Los medianos, jugaron el aquelarre, donde por equipos debían buscar pepitas de oro y  litros de hidromiel, intentando coger a las ninfas, a los troll, faunos y unicornios. Los mayores, hicieron una caza de vampiros. He de confesaros que si me dieran a elegir…¡no sabría a qué velada jugar!

Con esto terminó el segundo día de campamento…mañana más y mejor ¡siempre mejor!

¡Muchos besos y achuchones para tod@s!